Intervención familiar
Los padres tienen que estar permanentemente involucrados en
el proceso de formación de sus hijos y para ello necesitan información y
formación previa.
La imagen de una familia estable, que protege pero a la vez
fomenta la autonomía, constituye el pilar, a partir del cual el niño, más tarde
adolescente y adulto, construirá una capacidad crítica que le permita
desarrollarse de manera segura a lo largo de su vida.
Intervención escolar
La intervención escolar es imprescindible al ser en el
colegio en donde los niños con TDAH van a encontrar sus mayores dificultades,
por su falta de atención y de control de impulsos en las actividades, por el
mal seguimiento de las instrucciones escritas y orales, por realizar trabajos
de peor calidad y por su dificultad para organizar y planear actividades que
requieren de varios pasos. Por tanto, sería indispensable que los profesores
acepten que los alumnos con TDAH requieren de un aprendizaje distinto y deben
estar abiertos a cambios.
Los alumnos con TDAH necesitarán de una serie de
adaptaciones ya sean significativas o no significativas, dependiendo del caso.
Pero para poder obtener esas adaptaciones o apoyos del centro es necesario que
se les realice una valoración psicopedagógica por parte del Equipo de
Orientación Escolar.
Intervención psicopedagógica.
La intervención psicopedagógica debe ir dirigida al
desarrollo de las capacidades intelectuales, tiene como objetivo general
prevenir y evitar el fracaso escolar, reducir los síntomas de conducta, formar
en estrategias educativas eficaces a través de un apoyo de tareas de
aprendizaje, además de fomentar un buen desarrollo personal.
Los métodos más efectivos para realizar una buena
intervención psicopedagógica irán encaminados a trabajar las siguientes áreas:
- Problemas específicos:
Lectura, Escritura y Cálculo.
- Socialización, Competencia
social, Habilidades Sociales.
- Control de la impulsividad,
Reflexividad y autocontrol.
- Organización y uso de la
agenda.
- Técnicas de estudio.
Intervención clínica
Una correcta intervención clínica debe componer tres tipos
de intervención: Psicológica, médica y en los casos que se requiera
farmacológica.
La intervención médica debe ser realizada por profesionales
médicos expertos en TDAH o al menos conocedores en profundidad del trastorno.
En la mayoría de los casos suele incluir tratamiento farmacológico.
Actualmente, los fármacos más usados son el metilfenidato
(tanto de acción corta como de acción prolongada) y la atomoxetina. Estos
actúan sobre dopamina y la noradrenalina, respectivamente; las sustancias
químicas afectadas en el cerebro.
Debe tenerse en cuenta que el TDAH puede estar acompañado
además por otros problemas psiquiátricos, como depresión, ansiedad o trastornos
de conducta ocasionados en su mayor parte por la falta de comprensión y apoyo
para que puedan superar su déficit.
fuente: Taylor Eric A " El niño hiperactivo"
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