jueves, 28 de junio de 2012

La importancia de la autoestima

Todos sabemos que la autoestima  es necesaria para el buen desarrollo de nuestra personalidad. Las edades más importantes para el desarrollo de la autoestima están ubicadas entre los primeros años.
Constantemente nuestra autoestima se ve afectada por las experiencias y exigencias que recibimos del mundo exterior. Un niño necesita tener una alta autoestima. Ésta se construye a través de un proceso de interiorización que se va modelando a lo largo de toda la vida y que va aumentando y disminuyendo. Durante los primeros años de nuestra vida y sobretodo en la adolescencia es cuando más vulnerables somos y es aquí donde se ha de trabajar con más intensidad. Si lo conseguimos el niño tendrá más confianza, más interés y será más positivo en todos los aspectos. Si esto viene acompañado de una muestra de cariño por parte de los padres el niño tendrá mucho camino recorrido. El niño que no siente que es valorado por sus padres, puede desarrollar miedo, angustia, dolor, indecisión, desánimo, pereza, entre otros.
La mejor manera es ayudarle a desarrollar la autoestima. Es dentro del núcleo familiar, principal factor que influye en la autoestima, donde el niño va creciendo y formando su personalidad. Lo que la familia piensa y sobre todo lo que exterioriza es básico.
Hemos de ayudarle a comprender que de los errores también se aprende y que de cada error que pueda cometer ha de saber que sus padres están apoyándole y que para la próxima vez ya conoceremos que es lo que no debemos hacer. De nada servirá culpabilizarlo, lo mejor será animarlo y ayudarle a que se esfuerce un poco más la próxima vez. Así podremos enseñarle a resolver adecuadamente el conflicto y esto le servirá para que no vuelva a cometer los mismos errores.
Las palabras son básicas y hemos de aprender a darle las instrucciones precisas. Por ejemplo, en vez de decirle que es un despistado o un desordenado le diremos que no nos gusta ver su cuarto desordenado, de esta manera subrayamos que lo que no nos gusta es el cuarto desordenado no incentivamos a que piense que él es el desordenado.
Todos estos refuerzos son necesarios con unas pautas y límites que los niños han de tener clarificados desde el principio. Establecer una autodisciplina poniendo límites claros, enseñarle que sus actos tienen consecuencias, así se refuerza aquello positivo pero teniendo en cuenta que han de tener presente que deben conocer las consecuencias de sus actos.
Fuente:Patricia de la Sierra Diez

No hay comentarios:

Publicar un comentario